Antes de ser escritor hay que ser lector: el caso de la escritura científica

Autora: Daniela Flórez González

Correo electrónico: profesional.feditorial@amigo.edu.co

Cuando se escribe un texto, se hace con una finalidad: comunicar una idea, un pensamiento o una investigación; es allí donde la escritura en términos claros entra a jugar un papel muy importante, puesto que da como resultado una comunicación adecuada, que evidentemente, y en conjunto con el intercambio de saberes y la creación de nuevo conocimiento, son indispensables para la interacción de los seres humanos.

El término comunicación procede del latín “communicare” que significa “hacer a otro partícipe de lo que uno tiene”. Es la acción de comunicar o comunicarse, se entiende como el proceso por el que se transmite y recibe una información. Todo ser humano y animal tiene[n] la capacidad de comunicarse con los demás. Pero, para que un proceso se lleve a cabo, es indispensable la presencia de (…) [los siguientes] elementos: que exista un emisor; es decir, alguien que transmita la información; un receptor, alguien a quien vaya dirigida la información y que la reciba; y un canal, que puede ser oral o escrito

(Yirda, 2019, párr. 1).

Comunicar, en el caso de la escritura científica, supone plantearse diferentes objetivos como la intención de que las investigaciones realizadas aporten al desarrollo de la ciencia y, a su vez, incentiven a otros investigadores a avanzar en los temas estudiados. Sin embargo, ello implica que se tenga una perspectiva que se centra en que nuestro escrito sea leído cuantas veces sea posible y por supuesto que tenga gran impacto. Con el auge de las tecnologías de la información y la comunicación, el proceso de escritura genera una transformación en la forma de interaccionar, debido a los múltiples medios que existen para comunicar la ciencia, de ahí la importancia de escribir y pensar en lector.

Por tanto, a la hora de escribir podemos tener en cuenta estos consejos prácticos:

  • Es indispensable definir cuál es el tipo de público al que queremos dar a conocer nuestra investigación.
  • Escribir de manera clara y concisa es igual a buena escritura. Cuando el lector entiende las ideas planteadas en el texto, se interesa más por su lectura.
  • Una argumentación bien planteada, en términos claros y evitando en lo posible un discurso complejo de entender, ayudará a que nuestros escritos se queden en la mente de quienes nos consultan.

La utilización de conectores textuales, el uso adecuado de los signos de puntuación, el no empleo de la escritura en términos obscenos y una buena corrección de estilo en la redacción, harán que nuestro texto sea considerado de impacto y se admire el esfuerzo del autor (Te invitamos a leer la editorial: Un corrector de estilo: qué es y que no

El Fondo Editorial Universidad Católica Luis Amigó en su micrositio, dispone del contenido “Cápsulas APA”, que puede resultarnos bastante útil a la hora de citar y referenciar las fuentes consultadas.

Nota legal:

Fotownetrza. (8 de enero de 2016). [Imagen de Pixabay]. https://pixabay.com/es/photos/caf%C3%A9-tablet-auriculares-trabajo-1128140/

Referencias

Yirda, A. (2019). Concepto Definición. https://conceptodefinicion.de/comunicacion/

Cómo citar este texto

Flórez González, D. (10 de julio de 2020). Antes de ser escritor hay que ser lector: el caso de la escritura científica. Blog Fondo Editorial Universidad Católica Luis Amigó. https://editorialluisamigo.home.blog/2020/07/10/antes-de-ser-escritor-hay-que-ser-lector-el-caso-de-la-escritura-cientifica/

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